Archivo

Posts Tagged ‘amigos’

Experiencia de Te de floripondio

abril 25, 2009 61 comentarios

El siguiente relato no sólo ilustra los efectos del floripondio, sino que ofrece un panorama sintético de la forma en que fui estructurando la investigación contenida en estas páginas y algunas situaciones personales por las que atravesé a mediados de 1999.

«La primera vez que tomé floripondio fue en una situación imprevista. Me encontraba en un pueblo de Tepoztlán, Morelos, México con un grupo de amigos en una pequeña cabaña junto a las montañas. La tarde ya había caído, estábamos fumando mota y tocando tambores cuando G notó que un floripondio blanco (Brugamsia aurea) que había fuera de la cabaña, estaba cuajado de flores en ese momento y sugirió hacer un té. Éramos ocho personas y usamos 24 flores para la cocción. A, quien ya había experimentado los efectos del floripondio, nos advirtió que no nos preocupáramos porque nuestra visión iba a estar borrosa por lo menos dos o tres días después de la experiencia.

Recuerdo que perdí el equilibrio al incorporarme y caí, pero no me costó trabajo levantarme y caminar con los demás hacia un área despejada. Allí nos sentamos a observar las estrellas y comentar la inusual profundidad que parecía tener el cielo.

Las náuseas eran menos fuertes, pero por si las dudas, decidí bajar hacia los baños secos; en el camino me encontré a unos turistas que me preguntaron precisamente por los baños. Les señalé el lugar hacia donde me dirigía y traté de controlar mi voz para que sonara normal, pero no pude articular nada de lo que estaba pensando; dije algo completamente distinto e incoherente, con la misma voz de borracha pero agravada ahora con tonos ya francamente guturales… así es que mejor cerré la boca y seguí caminando en la oscuridad.

Me acosté en una banca de madera y me cubrí con un mantel de plástico. La perra negra se echó a mis pies a dormitar, al poco rato se acercó como queriéndose cubrir con el mantel, así es que se lo dejé a ella y cogí otro de otra mesa para mí. Hacía bastante frío y no me podía dormir, vi de nuevo el reloj y aún no regresaban las manecillas. Durante algún rato traté de enfocar haciendo esfuerzos supremos, pero nada; en realidad no era una cuestión de visión borrosa y necesidad de enfoque, simplemente las manecillas habían desaparecido, lo cual me causó mucha gracia.

Regresé a recostarme en la banca y la perra ya no estaba por allí, a lo mejor tampoco era real. Seguía con intenciones de dormirme y despertar en cuanto amaneciera para irme caminando hacia mi casa que está a unos dos kilómetros del lugar, pero no pude. Estuve pensando que quizá el aletargamiento de la mota me dio el arrojo necesario para meterme una droga nueva, tan a la aventura como hace años que ya no lo hacía, sin información previa, sin preparar el entorno, sin considerarlo siquiera. También pensé que en realidad sólo habría podido hacerlo de esa forma, porque seguramente nunca habría bebido ese té de floripondio si hubiera buscado en mis libros y hubiese encontrado que tenía escopolamina o algún otro alcaloide de estructura química parecida.»

No sé si logré dormirme, sólo recuerdo que aún no amanecía plenamente cuando salí de la palapa. Como ya podía andar sin tropezarme, decidí esperar el amanecer mientras caminaba. Fue cosa de unos minutos lo que anduve todavía a oscuras. Con la primera luz del día pasé por lugares conocidos pero diferentes, había cosas y personas que se formaban con los elementos del paisaje y luego cambiaban de forma o simplemente desaparecían cuando dejaba de prestarles atención, aparecieron diferentes seres, la mayoría de los cuales estaban compuestos con hojas de todas las plantas que había en el entorno. Era como haber entrado en un cuadro de cuarta dimensión, pero no pintado sino conformado con seres vivos pertenecientes a la naturaleza que se movían, bailaban y reaccionaban frente a lo que estábamos comentando sobre ellos una vez que abandonamos los tambores y nos dispusimos a compartir lo que estábamos viendo. Después de un rato nos metimos a preparar algo de cenar.»….

Categorías: Relatos Etiquetas: , , , ,